lunes, 28 de marzo de 2011

El adventismo: alimentos y alcohol.

Esta es una entrada que tendrá sentido especialmente para los adventistas. Como es sabido, el adventismo sostiene la vigencia de la norma que restringe los alimentos permitidos en base a las directivas de Levítico 11. El alcohol también forma parte de los elementos prohibidos y se suma a la lista de carnes configurando la doctrina de los alimentos.

Este es una pequeña respuesta a la doctrina adventista de los alimentos. Para ello he seguido la aparición del tema en la Biblia y el análisis que de él puede obtenerse.


ALIMENTOS
GÉNESIS:

1: 29, 30. En la Creación se indica como alimento toda PLANTA que da semilla, y todo árbol con fruto y semilla al hombre. A los animales, toda planta. De aquí que el consumo de otros semejantes no es admisible, implica muerte, que sólo es consecuencia del pecado (Rom. 5:12). La naturaleza era “buena en gran manera”. No cabe duda de que el equilibrio de entonces satisfacía los requerimientos alimentarios completamente.

3: 17, 18. Después del pecado el hombre no recibirá generoso su alimento de la naturaleza, que se le volverá hostil, y difícil. Aun trabajándola, no obtendrá fácilmente su alimento.

7 al 9. Relato del Diluvio anunciado y prevenido por Dios a Noé. En los diversos preparativos, se le indica cómo habrá de manejarse. Para las indicaciones que recibirá es bueno recordar:
- La permanencia en el arca será aproximadamente de un año: los 7 días primeros, adentro, sin lluvia, los 40 días de lluvia, el decrecimiento de las aguas y el reposo sobre el Ararat, el comienzo de la vista de las demás cimas, el envío en distinto tiempo del cuervo y la paloma, la apertura de la puerta, y el abandono final del arca.
- El cataclismo destruyó la naturaleza, extinguió especies, y revolvió la tierra (7:11). El reinicio de las plantas quedará limitada al resurgimiento de lo que hubiere quedado, el clima, y las posibilidades de cultivo.

9: 2 - 4. Después del Diluvio, a la familia humana se le anuncia que habrá temor del hombre en los animales, que le serán entregados en la mano. En el fango y el duro comienzo posterior, todo lo que se mueve o vive se vuelve lícitamente su alimento (animales, y plantas, en la lucha por su supervivencia). TODO puede ser comido, con UNA EXCEPCION: SANGRE. La razón de la excepción es anunciada: la vida es la sangre. Frase enigmática que recorrerá toda la Biblia, y que, inclusive, es usada en la sangre del Cordero de Dios, puede asimismo convivir con un fundamento científico: la sangre es el fluido que por excelencia contiene toda información, toda enfermedad, todo riesgo de contagio, todo peligro que un ser vivo representa.

LEVITICO:

11. En la múltiple legislación que Dios entrega a Moisés se encuentra la lista y el criterio general para determinar animales limpios e inmundos, aptos o no para el consumo. Asimismo, se encuentra una lista de exigencias higiénicas (vers. 24, 25, 31, 32, 36, 38, respecto de los animales para comer: 39, 40, etc.).

MATEO:

28: 19, 20. La muerte de Cristo, anunciada por el Antiguo Testamento, abre las puertas a “todas las naciones”, desde donde se afirma: “ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3: 28).

HECHOS:

10. El relato del encuentro de Pedro y Cornelio (centurión romano, obviamente no judío) ha sido propuesto como ejemplo del levantamiento de las barreras alimentarias, y rebatido también por quienes entienden un exceso tal interpretación.
Cuenta la Biblia que Pedro, al tener hambre, y mientras le preparaban algo para comer, recibió en éxtasis una visión con un lienzo lleno de animales entendidos inmundos, con una voz que le ordenaba: “Levántate, Pedro, mata y come” (vers. 13). Ocurrió esto tres veces, negándose él, y era respondido por la voz con un “Lo que Dios limpió, no lo llames tú común” (vers. 15).
No entendiendo aun el significado, recibió la explicación al recibir a tres hombres (paganos) que lo buscaban, para ir con ellos a la casa de Cornelio, que lo aguardaba. Es entonces cuando él entiende el simbolismo y afirma  “sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mi me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo” (vers. 28).
La refutación que se ha hecho para extraer de esto un concepto relacionado a los alimentos da cuenta de que esto era simbólico, nada más. A lo que puede agregarse un “y nada menos”.
Es evidente que el símbolo para servir de tal debe compartir necesariamente la característica que pretende revelar de lo simbolizado. No podría hallarse explicación a la ruptura de la exclusividad judía a favor del mundo todo, si no se entendiese que se gestaba asimismo todo el levantamiento de las leyes mosaicas de lo que dará cuenta el capítulo 15.

15. El hecho de reunirse en el cristianismo judíos y no judíos, siendo aquellos quienes traían la historia, el sentido, el marco de todo esto nuevo que se gestaba, generó problemas. El tema es conocido en el transcurso de los escritos del Nuevo Testamento como el pretender “judaizar” a los gentiles, llamándolos a cumplir con el ritual de la circuncisión primeramente (signo por excelencia de pertenencia al pueblo). El debate se vuelve “discusión y contienda no pequeña” (ver. 2), y deciden reunirse para tratar la cuestión.
De todo ello, queda planteado el tema a resolver en 15:5 “… circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés”.
Relata el texto que después de mucha discusión se levantó Pedro, y haciendo un relato de lo acontecido en los últimos tiempos, llamó a considerar la gracia de Dios. Hablaron Bernabé, Pablo y Jacobo quien propuso no se inquiete a los gentiles. Así, de aquel concilio, surgió enviar a algunos llevando un escrito donde se anuncia:
15: 24 “Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando:
-          circuncidaros y
-          guardar la ley” … y habiendo entendido necesario comunicarles su parecer afirman:
15: 28 “Porque ha parecido bien:
-          al  Espíritu Santo (nótese: intervención de la autoridad de Dios, hablando)
-          y a nosotros
no imponeros ninguna otra carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de
-          lo sacrificado a ídolos
-          de sangre
-          de ahogado
-          y de fornicación;
de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien”
Con todo lo anunciado el cristianismo no sigue rituales que eran signo judío, y que no por ello carecía de razones de higiene científica: No sólo los alimentos (por obvias razones de clima, desconocimiento de la pasteurización, formas de cocción y asepsia precarias), también la circuncisión, el comportamiento de la mujer menstruosa, o parturienta, el manejo de la lepra, la emisión del semen.
El cuidado del cuerpo no deja de ser reiterado en el Nuevo Testamento, y respecto de prácticas anteriores, también se puede afirmar:

COLOSENSES:

2: 16. “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo” (Los días de reposo del sistema judío eran festividades que se sumaban en ocasiones distintas, pero con el mismo nombre al cuarto mandamiento de la ley de Dios)

2: 20 – 23. “… ¿por qué, como si vivieses en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres) cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne”. Destaca el apóstol que no se vuelven malas, pues tienen “a la verdad cierta reputación de sabiduría”, pero no pertenecen a la mira esperada.

ROMANOS:

14: 1 – 3. “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, como legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come…”

14: 5, 6. “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.”

14: 14, 15. “Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor…”

14:17. “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo, en el Espíritu Santo.”

GALATAS:

2: 11 – 21. Se relata el encuentro donde Pablo reprende a Pedro viviendo  una situación peculiar:
-          Pedro, antes de que viniesen algunos de parte de Jacobo (judíos), comía con los gentiles (… ¿qué?...)
-          Cuando llegaron se escondía, temiendo, y con él también otros judíos que habían hecho lo mismo, simulando no haberlo hecho.
Pablo toma a Pedro, lo reprende duramente, y le recuerda “si tú, siendo judío, vives como los gentiles, y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? (ver. 14)… si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago (ver 18)”. Con estas palabras Pablo le recuerda que, habiendo Pedro dejado las costumbres judías (correctamente, pues “ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación” Gal. 6: 15) al retomarlas por hipocresía frente a los suyos, se condenaba severamente.

1º de TIMOTEO:

4: 1 – 5. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe… por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.”

OTRAS CONSIDERACIONES:

Reiteradamente se ha dicho que cuando Dios indicó qué animales debían comer los israelitas, lo hizo en la plenitud de su conocimiento respecto de las cualidades de esas carnes, y que en su sabiduría entregó conocimientos adelantados a su tiempo para las carnes.
Esto es absolutamente compatible con la bondad y la omnisciencia de Dios.
Hay, sin embargo, un enfoque que se deja de lado cuando se pretende sostener la vigencia de esa lista:
-          Previamente fue el mismo Dios, con las mismas características de bondad y cuidado por sus hijos quien les indicó comer a Noé y sus hijos TODO, excepto sangre.
-          Las carnes, las enfermedades de los animales, la conservación de los productos, el nivel de higiene, las condiciones climáticas, el estado físico, las actividades humanas son factores altamente determinantes en las calidades de los alimentos. La indicación de abstención aparece para el tiempo del Israel errante, y su asentamiento posterior.
-          Una comprensión integral del tema es requerido en justicia al abordar la temática, y no puede dejar de entenderse la Biblia en su mensaje completo. Ignorar el devenir del tema, y focalizarse en un aspecto de la ley de Moisés que fue dada como mandato, SIN DAR EXPLICACIONES, sólo enumerando “limpios” o “inmundos”, y pretender encontrar razones donde no fueron dadas, para mantener el cuerpo legal que posteriormente es corrido por la misma palabra de Dios, es una exageración inadmisible.
En la actualidad, la diversidad de culturas en el mundo, la disparidad económica extrema y las difíciles condiciones de las mayorías para acceder a una alimentación plural, no permiten hablar de una dieta única. Por cada caso será necesario un enfoque respetuoso del hombre como criatura de Dios, y un obrar responsable del bien del otro en cuanto sea posible. Pero tal valoración debe hacerse atendiendo criterios que no se vistan de una falsa apariencia de autoridad moral, “hablando palabras infladas y vanas” (2º Pedro 2: 18).
  
ALCOHOL
  
ANALISIS

Con idéntico rigor debe analizarse el enfoque que en las Escrituras se hace del alcohol, sea hablando de vino, o de sidra. No hay texto que lo prohíba, sino aquellos que aconsejan la moderación, y el cuidado.
El vino de la época fue el que clásicamente se entiende como tal.
Los acontecimientos conocidos como las BODAS DE CANA no permiten entender que lo que Jesús realizara fuese jugo de uva, pues se afirmó sin dudar que era el mejor vino servido. Es indiscutible que en la historia se lo ha bebido como tal.

Quizá el planteo más importante se de en torno a la  ULTIMA CENA.
Muy a pesar de quienes pretender encontrar un simbolismo que la Biblia no propone en la figura del vino y su fermento, la misma fue celebrada con vino fermentado.
Tales conclusiones surgen a partir de considerar:

1) La levadura fue utilizada como figura no de pecado, ni de bien, sino de capacidad reproductiva, de posibilidad de crecimiento. Por ello es que tanto se habla de ella en el hacer de los líderes religiosos, afirmando Jesús “… Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos… entendieron…. que se guardasen de la doctrina de los fariseos y de los saduceos” (MATEO 16: 6 – 12), indicando la capacidad de corromper, como la de gestar grandes cosas. Esta figura es utilizada por el Maestro en MATEO 13: 33 cuando compara nada más y nada menos que a su propio reino con la mentada levadura, afirmando “El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”

2) Según consta en 1º de CORINTIOS 11: 17 – 22 Pablo reprende a la Iglesia por los abusos que los desorientan: comiendo como glotones, y bebiendo hasta emborracharse.  Es el abuso, no el uso, el que Pablo está condenando, y sin embargo, es imposible emborracharse sin beber vino, como jugo de uva fermentado. Si, además, hubiese sido el vino el mal escogido, con más razón hubiese Pablo destacado la ofensa que con ello se hacía.
Vale, asimismo, recordar que la transformación de azucares en alcohol es un proceso absolutamente natural en la uva, que aun en su forma de fruta, puede haber excedido el grado de madurez y haber avanzado tanto en ello que aun su propio sabor la delate.

El alcohol es, finalmente, un ELEMENTO UTIL para la desinfección y curiosamente aconsejado en  1º de TIMOTEO 5: 23 “Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino, por causa de tu estómago, y de tus frecuentes enfermedades”.

Reiterar que un poco de vino no es sinónimo de alcoholismo, ni borracheras, ampliamente censuradas por las Escrituras, tanto en el Antiguo Testamente como en el Nuevo parece a esta altura innecesario, pero quizá sea una tarea pendiente para una interpretación sana de la Palabra de Dios.

viernes, 1 de octubre de 2010

Prostitutas caras

Las licitaciones públicas son procedimientos del estado para elegir el proveedor de un servicio o mercadería de forma tal que resulte une elección objetiva y conveniente para el interés público. Se crea un registro, los aspirantes se inscriben cumpliendo requisitos para el concurso,  un día se abren los sobres oferentes y en presencia de todos se escoge sin miramientos el mejor. Dicen que las licitaciones se arreglan. Que se dictaminan a medida las condiciones previas. Que los contratos del estado están llenos de corrupción.

La siguiente es una foto de la escuelita a la que concurre mi hijo, pocas aulas, apenas un edificio viejo al que se le caen a pedazos los cables. Sí, después de años al fin reacomodarán algunas cosas, llamemos a licitación pública. La obra: “Refuncionalización de instalación eléctrica dpto de aplicación ‘Alfredo Alfonsini’ Oro Verde – Dpto Paraná”. Bah, que anden las luces, digamos, y que se puedan usar tres artefactos sin que se fundan los enchufes. Aquí vamos. La foto no miente, es una escuelita con varias paredes. Valor de la obra: $90.123,45. En dólares, casi 23.000.  Más del doble de lo que corresponde. Pero está bien el procedimiento, todos estamos felices y ponemos un cartel.  

Sí, la corrupción patente hace que a algunas adminitraciones -al igual que a algunas mujeres- llamarlas “públicas” sea sólo un eufemismo de buen gusto. Sí, siempre hay prostitutas caras, pero son mejores.